miércoles, 13 de agosto de 2014

amistat del braç

de Gabriel Ferrater


El metro anava ple. Jo m‘agafava
al barrot niquelat vora la porta.
Tenia el braç tibat, i tolerava
aquell pes tebi, persistent, a l’avantbraç.
Quedàvem poca gent quan vaig girar-me.
Era molt jove. Lletja i pobra, descarnada,
com una prima cabra mogrebina
que premia amb el front, tancant els ulls,
abalançada per tota carència,
un braç encara de ningú, lliure i promiscu,
i no veia que ja algú es reprenia
i s’isolava al seu davant. Jo, massa jove
també, no havia après a reconèixer-me
en l’acceptació més que en la tria.
Vaig abandonar el braç, que no fos meu,
i no els vaig mirar més, anguniat
fins a l’estació, i el súbit trenc
d’una corda del cello, la més baixa.




***



amistad del brazo

de Gabriel Ferrater


El metro iba lleno. Yo me agarraba
al barrote niquelado junto a la puerta.
Tenía el brazo tensado, y toleraba
aquel peso tibio, persistente, en el antebrazo.
Quedábamos pocos cuando me volví.
Era muy joven. Fea y pobre, descarnada
como una enjuta cabra magrebí
que acomete con la frente, cerrando los ojos,
abalanzada hacia toda carencia,
un brazo aún de nadie, libre y promiscuo,
y no veía que ya alguien se recobraba
y se aislaba frente a ella. Yo, demasiado joven
también, no había aprendido a reconocerme
en la aceptación mas que en lo elegido.
Abandoné el brazo, que no fue mío,
y no los miré más, angustiado
hasta la estación, y la súbita cisura
de una cuerda del chelo, la más baja.



alle tage

von Ingeborg Bachmann


Der Krieg wird nicht mehr erklärt,
sondern fortgesetzt. Das Unerhörte
ist alltäglich geworden. Der Held
bleibt den Kämpfen fern. Der Schwache
ist in die Feuerzonen gerückt.
Die Uniform des Tages ist die Geduld,
die Auszeichnung der armselige Stern
der Hoffnung über dem Herzen.

Er wird verliehen,
wenn nichts mehr geschieht,
wenn das Trommelfeuer verstummt,
wenn der Feind unsichtbar geworden ist
und der Schatten ewiger Rüstung
den Himmel bedeckt.

Er wird verliehen
für die Flucht von den Fahnen,
für die Tapferkeit vor dem Freund,
für den Verrat unwürdiger Geheimnisse
und die Nichtachtung
jeglichen Befehls.




***



todos los días

de Ingeborg Bachmann


Ya no se declara la guerra,
se prosigue. Lo inconcebible
se ha hecho cotidiano. El héroe
permanece alejado del campo de batalla. El débil
ha avanzado hasta las zonas de fuego.
El uniforme de diario es la paciencia,
la condecoración, la mísera estrella
de la esperanza sobre el corazón.

Se concede
cuando ya no pasa nada,
cuando el fuego nutrido ha enmudecido,
cuando el enemigo se ha hecho invisible,
y la sombra del armamento eterno
oscurece el cielo.

Se concede
por abandonar las banderas,
por el valor ante el amigo,
por revelar secretos indignos
y desacatar
toda orden.



martes, 12 de agosto de 2014

nanas de la cebolla

de Miguel Hernández


La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.



sarco lange

de Sarco Lange


yo tenía 8 años


mis progenitores ya habían separado sus habitaciones

mi padre dormía en la misma que yo
y mi madre con su hija

mi hermana

una mañana
de esas dispersas en su grotesca humanidad
esperé estar a solas con mi mamá
y le hice una consulta
que me carcomía por dentro

- mamá, hace ya varias noches que me despierto de madrugada y veo que mi papá me ha retirado las ropas de la cama y hace algo con las manos

- qué dices/ hijo?

- eso, que lo he sorprendido varias veces quitándome las ropas de la cama, echando hacia atrás sábanas y frazadas y anoche, cuando le pregunté qué hacía, me dijo que estaba matando las pulgas que me andaban por el colchón

- pero hijo, es que tu papá te ha tocado el cuerpo!?...dime/ te ha tocado el cuerpo!?

- NO MAMÁ!!!!/ VIEJA DE MIERDA, CÓMO ME PREGUNTAS ESO!!!!!

- .........

- .........

- ok., hijo, no te preocupes, debe ser sólo eso, que viviendo aquí en el campo y teniendo esta espantosa epidemia de pulgas es hasta para agradecer que te las quite/ mi amor





DESPUÉS
FUERON
ESCORPIONES







hoy por la tarde
le he llevado a mi padre
una camisa negra
para que vaya de riguroso luto
a mi funeral
del próximo año

porque si le llevaba una camisa blanca
seguramente las manchas sanguinolentas
de las pulgas reventadas hace ya tantos otoños
se verían atrozmente macabras
y no harían juego 
con el escenario final de un padre
enterrando entre aullidos
a su propio hijo

y en una camisa negra
no se notan



porque me quiero marchar
a los planetas infinitos
sin el fervor
de pensarte mordedura

quiero irme
ebrio
ciego
drogado

hombre

ciempiés la noche
abatido
de colmenas

en tu mirada
carnaval




lunes, 11 de agosto de 2014

thanksgiving day

by William S. Burroughs

For John Dillinger
In hope he is still alive
Thanksgiving Day, November 28, 1986


Thanks for the wild turkey and the passenger pigeons,
Destined to be shit out through wholesome American guts.
Thanks for a continent to despoil and poison.
Thanks for Indians to provide a modicum of challenge and danger.
Thanks for vast herds of bison to kill and skin leaving the carcasses to rot.
Thanks for bounties on wolves and coyotes.
Thanks for the American Dream,
To vulgarize and to falsify until the bare lies shine through.
Thanks for the KKK.
For nigger-killin’ lawmen, feelin’ their notches.
For decent church-goin’ women, with their mean, pinched, bitter, evil faces.
Thanks for “Kill a Queer for Christ” stickers.
Thanks for laboratory AIDS.
Thanks for Prohibition and the war against drugs.
Thanks for a country where nobody’s allowed to mind their own business.
Thanks for a nation of finks.
Yes, thanks for all the memories—all right let’s see your arms!
You always were a headache and you always were a bore.
Thanks for the last and greatest betrayal of the last and greatest of human dreams.




***



día de acción de gracias


de William S. Burroughs
Para John Dillinger
En la esperanza de que siga vivo
Día de Acción de Gracias, 28 de Noviembre, 1986


Gracias por el pavo silvestre y las palomas migratorias,
destinados a ser cagados a través de saludables tripas americanas.
Gracias por un continente para saquear y envenenar.
Gracias por los indios para proveer una módica cantidad de desafío y amenaza.
Gracias por grandes manadas de bisontes a los que matar, despellejar y dejar pudrir los restos.
Gracias por las recompensas sobre lobos y coyotes.
Gracias por el Sueño Americano,
por vulgarizar y falsificar hasta que la pura mentira salga a la luz.
Gracias por el Ku Kux Klan,
por policías asesinos de negros, contando sus muescas.
Por mujeres decentes acude-iglesias con sus caras mezquinas, contraídas, amargadas y perversas.
Gracias por las pegatinas de "Mata a un Maricón en nombre de Cristo".
Gracias por el SIDA de laboratorio.
Gracias por la Prohibición y la guerra contra la droga.
Gracias por un país donde a nadie se le permite ocuparse de sus propios asuntos.
Gracias por una nación de chivatos.
Oh sí, gracias por todos los recuerdos -¡venga, enséñame los brazos!
Siempre has sido un grano en el culo y siempre has sido un coñazo.
Gracias por la última y mayor traición al último y mayor de los sueños del ser humano.



esto es mi cuerpo...

de Juan Antonio González Iglesias


Esto es mi cuerpo. Aquí
coinciden el lenguaje y el amor.
La suma de las líneas
que he escrito ha dibujado
no mi rostro, sino algo más humilde:
mi cuerpo. Esto que tocas es mi cuerpo.
Otro lo dijo
mejor. Esto que tocas
no es un libro, es un hombre.
Yo añado que esto que te toca ahora
es un hombre.
Soy yo, porque no hay
ni una sola sílaba que esté libre de amor,
no hay ni una sola sílaba
que no sea un centímetro
cuadrado de mi piel.
En el poema soy acariciable
no menos que en la noche, cuando tiendo
mi sueño paralelo al sueño que amo.
No mosaico, ni número, ni suma.
No sólo eso.
Esto es una entrega. Soy pequeño
y grande entre tus manos.
Ésta es mi salvación. Éste soy yo.

Este rumor del mundo es el amor.



como árboles

de Mario Benedetti


Quién hubiera dicho
que estos poemas de otros
iban a ser míos

después de todo hay hombres que no fui
y sin embargo quise ser
sino por una vida
al menos por un rato
o por un parpadeo

en cambio hay hombres que fui
y ya no soy ni puedo ser
y esto no siempre es un avance
a veces es una tristeza

hay deseos profundos y nonatos
que prolongué como coordenadas
hay fantasías que me prometí
y desgraciadamente no he cumplido
y otras que me cumplí sin prometérmelas

hay rostros de verdad
que alumbraron mis fábulas
rostros que no vi más pero siguieron
vigilándome desde
la letra en que los puse

hay fantasmas de carne
otros de hueso
también los hay de lumbre y corazón
o sea cuerpos en pena almas en júbilo
que vi o toqué o simplemente puse
a secar
         a vivir
                 a gozar
                           a morirse

pero además está lo que advertí de lejos
yo también escuché una paloma
que era de otros diluvios
yo también destrocé un paraíso
que era de otras infancias
yo también gemí un sueño
que era de otros amores

así pues
desde este misterioso confín de la existencia
los otros me ampararon como árboles
con nidos o sin nidos
poco importa
no me dieron envidia sino frutos
esos otros están
aquí
sus poemas
son mentiras de a puño
son verdades piadosas
están aquí
            rodeándome
                           juzgándome
con las pobres palabras que les di

hombres que miran tierra y cielo
y a través de la niebla
o sin sus anteojos
también a mí me miran
con la pobre mirada que les di
son otros que están fuera de mi reino
claro
      pero además
                      estoy en ellos

a veces tienen lo que nunca tuve
a veces aman lo que quise amar
a veces odian lo que estoy odiando
de pronto me parecen lejanos
tan remotos
que me dan vértigo y melancolía
y los veo minados por un duelo sin llanto

y otras veces en cambio
los presiento tan cerca
que miro por sus ojos
y toco por sus manos
y cuando odian me agrego a su rencor
y cuando aman me arrimo a su alegría

quién hubiera dicho
que estos poemas míos
iban a ser
de otros.



miércoles, 6 de agosto de 2014

poemas escogidos (uno, dos, tres, cuatro)

de Crista Smith


uno


Alguna vez voy a estallarme el cuerpo de
tantos golpes prodigados a tu nariz para
quitarle la fragancia del perfume de mi vestido
que te llevaste una tarde mientras reíamos bajo
un cielo naranja y unos pájaros
perdían sus alas en pleno vuelo.
La sangre que escupas voy a untarla
en un pañuelo blanco de encaje que
sabré remojar en ocasiones para paliar la fiebre
que a veces me invade.
Fiebre maldita ante la ausencia de tu falta de respeto
o en el peor de los casos, el silencio constante de tus manos.
María Magdalena debías de llamarme y sin embargo,
María a secas pronunciabas en noches hemorrágicas, las cuales vendabas.
Santo y puta, evidentemente,
es una mezcla que nunca funciona.



dos


Abro las piernas con el único fin
de que me brindes una muerte
decente, arrojes soles a mi noche o
grites fuerte, fuerte, fuerte,
para quebrar mi autismo de años.
Separo las manos hacia los
costados, alabando el pecado y
el dolor.
Son tus dedos los que alimentan
mis entrañas hambrientas y tus cabellos los
que rozan mis labios secos.
Rezo y gozo sin aire casi, susurrando con mi
lengua antes, la forma del pájaro y la flor.
Muero finalmente como deseaba, sabiendo
que el fracaso narcotizado ya no es,
sólo existe el amor.



tres


La sonrisa vertical al aire
a pesar de las manchas de sangre
del cielo cristalizado, hecho añicos sobre el
pecho.
Los pájaros azules de antaño vueltos cuervos
o las flores blancas sepultando el
cuerpo.
Sé que está lleno de chicas listas y bellas
pero sobretodo, rápidas y baratas
cuando yo nunca he sabido tener precio.
Me aferro al
árbol - cópula,
entregando los restos
barnizados, apenas, con el semen

que desangra su yo muerto.



cuatro


La chica ojos tristes rostro actriz de cine,
opiácea, soporífera, sangrante
envuelta en tres, sólo tres palabras:
amapola/ suicidio/ Rimbaud pero también
en una frase:
“Tarde. La palabra tarde siempre: tarde rosada,
tarde de cenizas de cigarrillos en las manos y tarde de llegar
tarde a todos lados”
derrama la blancura de las cosas tan blancas
por aire, cuello, tierra, mesa.
Cocaína. Semen. Estrella.
Amor, odio,
violencia, muerte y
por qué no,
la vida
envolviéndola con furia cuando ya está
de vuelta.




do not go gentle into that good night

by Dylan Thomas


Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.

Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.

Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.

And you, my father, there on the sad height,
Curse, bless me now with your fierce tears, I pray.
Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.




***



no entres dócilmente en esa plácida noche

de Dylan Thomas


No entres dócilmente en esa plácida noche
La vejez debiera arder y enloquecer al acabarse el día;
Rabia, rabia contra la muerte de la luz.

Aunque los sabios en su final entiendan que la oscuridad es justa,
porque sus palabras no han ensartado el relámpago
no entran dócilmente en esa plácida noche.

Los hombres buenos, esa última oleada, llorando cuán luminosos
sus frágiles actos acaso hayan danzado en una bahía verde,
rabian, rabian contra la muerte de la luz.

Los locos que atraparon y cantaron al sol a pleno vuelo
y aprenden, ya muy tarde, que afligieron su camino,
no entran dócilmente en esa plácida noche.

Los solemnes, cerca de la muerte, que ven con mirada cegadora
cuán los ojos ciegos pudieron ser felices y resplandecer cual meteoros,
rabian, rabian contra la muerte de la luz.

Y tú, padre mío, allá en la triste altura,
maldice, bendíceme con tus encarnizadas lágrimas, imploro.
No entres dócilmente en esa plácida noche.
Rabia, rabia contra la muerte de la luz.